Hawaii 5-0 reloaded... y al revés

¿Cómo nos quedó el ojo?

La falta de fé nunca es cuestionable tratándose de fútbol mexicano.

No importa si el equipo es de cuates, llanero, estudiantil, de liga menor, de liga mayor, de división inferior, profesional, o inclusive -y por encima de todo- la selección nacional.

Pero como en todo, hay ocasiones en que la sorpresa llega, y como en la religión, el milagro se manifiesta y lo que se pensaba imposible o inalcanzable... ¡madres! llega.

Diez años habían pasado desde la última oportunidad en que el representativo nacional mexicano le había ganado a su contraparte estadounidense en territorio gringo.

Ayer, después de ver el primer tiempo del duelo disputado en el estadio de los Gigantes en New Jersey, la gran mayoría estabamos considerando que dadas las circunstancias, habría que pensar en un segundo lugar en la Copa Oro y seguir esperando, meses o años a romper la hegemonía del seleccionado de las barras y las estrellas.

Suspirando y sin ánimo de comprar en el súper siquiera una cerveza para ver el segundo tiempo, inclusive pensé en ir al tianguis por un par de películas para matar la tarde del domingo.

Hasta que se marcó el penal.

Torrado... ¡pum! ... UNO

Gio... de rebotito al fallo de Sabah... DOS

Vela... ¡tenga! ... desbordando... TRES

¡El pinche Gringo Castro!... sin ver la portería... CUATRO

Gille... ¡toma! ...desde fuera del área... CINCO

Oh my God!! -valga la expresión-

México ganó la copa Oro.

Ganó 5 a 0

Le ganó a los gringos (al equipo "B" o "C", pero a los GRIN-GOS)

Javier Aguirre se aguantó la sonrisa hasta donde le fué posible, pero cuando el júbilo fué total, no le quedó más que quitarse la cara de sharpei y reir, reir en serio, pues se vale.

Y se vale, aunque sea por un día, retomar la fé (aunque sea poca) en la selección.

Ahora viene la parte cabrona del asunto. Ganamos un torneo de "mentiritas" (oficial, sí, pero que no dá derecho a ni madres) después de derrotar a selecciones de todo pelo.

El 12 de agosto en el Azteca, vamos a ver ahora sí, de qué somos realmente capaces como equipo nacional.

En lo que llega el día, me compraré mis jerseys nuevos del Puebla, y acudiré al Cuauhtémoc a gritar a todo pulmón en el debut en casa de "La Franja" contra Estudiantes (formerly known as Tecos) de la UAG.

Larga vida al Fútbol.