lunes, agosto 03, 2009

Hombres del siglo XXI y estrategias de mercado

El encanto de cualquier producto o servicio puede hacerse
aún mayor con una adecuada estrategia publicitaria, eso lo
hemos aprendido durante décadas, pueden vendernos caca de
borrego que cura el alzhaimer si por principio de cuentas
nos lo presentan de la mejor manera posible, más aún si
una celebridad lo recomienda -aunque su testimonio sea tan
creíble como los discursos de Calderón-. Bueno... no a
todos, pero habrá más de uno que caiga.

La última década, con la aparición de los benditos
"infomerciales" en términos publicitarios, ha creado una
nueva cultura de vender y comprar, además de la forma en
que aprovechando los recursos de la red de redes las
agencias de publicidad al rededor del mundo impactan al
mayor número de clientes potenciales.

Estamos rodeados, bombardeados e inclusive vigilados, las
24 horas del día los 365 días del año por la publicidad e
indudablemente, dentro de nuestra vida cotidiana, por el
producto mismo.

Ahora bien... ¿qué pasa cuando es el producto/servicio en
sí mismo es el que tiene que venderse solo, sin publicidad
de por medio... o más bien, sin medios ni recursos
mercadológicos de por medio?

Aunque a estas alturas del partido resulte extraño, hay
productos y servicios que por sus caracteristicas y
cualidades específicas, requieren de una estrategia
totalmente especial y diferente para poderse anunciar,
hacer del conocimiento de su mercado objetivo su
existencia e invitar al cliente potencial a hacer uso del
producto y/o servicio en cuestión y dejar ganancias
económicas a quien vende el artículo o presta el servicio.

Y no es nuevo, de hecho estos productos y servicios quizá
son tan antiguos como la humanidad misma, pero debido a su
naturaleza, caracteristicas y cualidades... pues han sido
objeto hasta de persecución y clandestinidad.

El genial Armando Jiménez, en su libro "La Nueva Picardía
Mexicana" hace un compendio de anuncios publicados durante
la década de los 40's y 50's en la sección de clasificados
de los periódicos de la ciudad de México, además de
tarjetas tipo presentación recabadas en bares y cantinas,
donde de manera sutil, se daba a entender el giro al que
pertenecía el producto o servicio.

  • "Carnes finas de importación"
  • "Pieles de la mejor calidad"
  • "Planta desflemadora de jalapeños y chipotles"
  • "Artículos exclusivos para caballero"
  • "Orquesta femenina"
  • "Desatascamos tuberías, personal calificado"
  • "Recibimos pensionados por hora"

Esos eran los tiempos en que no se había implementado la
estrategia de los ya conocidos "masajes" para anunciar
servicios de índole sexual, eran otros tiempos y
circunstancias, no era cuestión de solo hacer público el
domicilio y/o teléfono de la(s) dama(s) dedicada(s) a
proveer alivio a las almas en pena y búsqueda de caricias,
no, era también cuestión de no caer en las garras de la
corrupción policiaca o gubernamental en aras de evitar el
encarcelamiento.

Hoy en día el grado de descaro y permisividad ha cambiado
por completo el aspecto de la publicidad de este tipo de
servicios. Ahora la cosa no es ver quién llega al mayor
número de clientes potenciales, sino de crear en la
audiencia (aunque sea de un solo cabrón) la espectativa de
que el producto o servicio será el mejor que pueda pagar.

Ya es de muchos conocido el caso de la famosa "Lupita" de la
ciudad de México, quien se anuncia de la siguiente manera:


La han invitado a programas de radio, e incluso por ahí en
algún programa de televisión por cable se le dió difusión,
que para ella fué publicidad gratuita en tiempo estelar.

Este fín de semana, supe por medio de unos buenos amigos
sobre algunos nuevos colores en el espectro de hacerse
notar, de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, o
dicho de otra forma, de acuerdo al sapo es la pedrada.

Me explico:

Caso 1: meseras de video bar en el centro

Aquí la búsqueda principal, es la propina.

El fín de semana decidieron compartir un rato de charla y
buen humor, comenzando desde la hora de la comida, por lo
que se decidieron aprovechar la oferta del bufet de un
video bar en el centro de la ciudad, que por una módica
cuota, o monto de consumo de bebidas, se ofrece con una
pequeña variedad de platillos.

Fueron al final, tres diferentes meseras las que por una
razón u otra terminaron atendiéndolos, pero
extraoficialmente una a quien bautizaron "la flaquita" fué
quien comenzó el servicio, después llegó la "cuerpecito de
Bubulubu" y otra más que efectivamente, como lo sentenció
uno de mis buenos amigos "olía a 7 machos".

Regreso al origen del asunto... plática, comida y
despejarse del trabajo de la semana, no se trataba de ver
si los apapachaban con el servicio o algo, ni siquiera, a
sabiendas de dónde se encontraban de exigir una belleza de
meseras, no.

Por ahí llegó el momento en que se notó, sobre todo entre
"flaquita" y "Bubulubu" cierta insistencia o llamemosle...
interés en el aspecto de hacerles notar..."hey, yo te
estoy atendiendo, eh", cosa que quedó clara cuando llegó
la cuenta, que ya como en la mayoría de los lugares,
incluye la propina.

Ah, no, pues resulta que "cuerpecito de Bubulubu" quería
su propina aparte.

Estrategia: me hago presente y digo una pendejada cada que
pueda

Resultado: toda la propina a la flaquita por lo menos
bonita sí era, boba como rubia, pero no se mostró sobres
de la lana.


Caso 2: meseras en antro de dudoso giro (se pensó que se
trataba de pista con tubo) y resultaron escorts de mediana
calidad en un burdel new-wave.

Aquí la búsqueda principal... la cartera del cliente

Avanzada la noche, y el alcohol en su torrente sangíneo,
ahora sí la búsqueda de mejorar sus espectativas tanto en
servicio, como en la calidad de la "fuerza laboral" los
llevó a un lugar del cual desconocía su existencia, con la
finalidad de tomar un par de tragos más y ver...
simplemente ver.

No había tubo, sí varios sillones tipo lounge, un cubículo
de novopan con el rótulo "666" en la puerta,
un tipo cantando karaoke y ya.

De 4 que eran originalmente (uno recibió la llamada del
deber familiar) llegaron 3. Una vez sentados y viendo que
éran prácticamente los únicos, apareció de la nada
"Angélica" dándoles la bienvenida al lugar, preguntando si
ya lo conocían o sabían de su modus operandi.

La explicación fué breve (cosa que se agradece) y concisa.

Efectivamente, el lugar no era un tabledance, más bien el
equivalente contemporáneo a una casa de cortesanas -que en
ese momento eran solamente 2, "Angelica" (quien daba la
explicación, y la "Chaparrita" (que dijo llamarse "Ana" o
algo)-

Por módicos $ 1,600 la hora, podían hacer uso del servicio
en el lugar (el cubículo de novopan era un "privado") o
podían pedir la órden para llevar... $ 2,200 por dos horas
era la oferta del día.

Como ya habían ordenado unos tragos y hasta ese momento
eran los únicos parroquianos en el lugar, ambas
"señoritas" hicieron uso de su muy propia estrategia de
ventas por ver si alguno de ellos caía en el garlito, pero
como definitivamente esa no era la intención, tan pronto
llegaron otros clientes potenciales y mis amigos
decidieron pedir la cuenta, ellas se marcharon (evidentemente
"sobres" de los recién llegados... time IS money).

Estrategia: Te restriego todo mi "armamento" a ver si caes

Resultado: La cuenta y vámonos, a esos precios y habiendo
digamos... observado la calidad de la mercancía, mejor
cambiar de aires y de temperatura, lo cual los lleva al...

Caso 3, el 40 grados

Aquí aplica la ley de la oferta y la demanda

Ya la "estocada" de las horas anteriores era más profunda
y para cuando decidieron ir al clásico lugar donde aplica
aquello de "mas vale viejo por conocido..." la noche ya
había avanzado y el estupor etílico era más notorio.

El problema fué, que habiendo llegado la quincena en pleno
fín de semana, el lugar se encontraba atestado de
parroquianos, y el personal femenino disponible, aunque
sumamente apetecible, era escaso.

Una vez instalados en una mesa y aclarado el punto de que
el consumo mínimo era una botella (cada botella incluye 4
miniaturas de refresco) el show en pleno swing, la
testosterona flotando en el aire, los tres amigos
continuaban la velada y el incremento del nivel alcoholico
por cada mililitro de sangre.

Llegó el momento en que uno de ellos ya tenía sobre sus
piernas a una bella acompañante de exótico pseudónimo,
para lo cual, este buen amigo accedió invitar a la núbil
doncella una copita, que a razón de $ 200 del águila, es
el agua de limón más cara que pueda existir, pero deciamos
que esto es cuestión de oferta y demanda ¿no?

Dicen que de ver se antoja, y otro de los amigos solicitó
igualmente le fuese concedido el favor de la compañía de
otra de las cortesanas del lugar, poniendo -claro está-
senda "jarra para dama" (el mismo tarrito de agua de
limón) en la mesa a disposición de la niña.

El giro de tuerca en la historia es que en ese preciso
momento, y cuando la dama atendió un "pendiente" que tenía
con otro asistente al lugar se dió el anuncio de que por
única ocasión de la noche los boletos para un "privado"
podían obtenerse al 2 X 1, así que este amigo ni tardo ni
perezoso se hizo de uno, para aplicarselo a la niña en
cuanto regresara a la mesa, o más bien dicho, a sus
piernas.

Por lo que sé, el resultado fué por demás satisfactorio.

Negrito en el arroz fué el pago de la cuenta, que además
del consumo (tanto de ellos, como de las señoritas)
incluyó un par de refrescos miniatura extras a razón de
casi 40 pesos cada uno... y no les aceptaron dólares (money
is fucking money everywhere!!)

Estrategia: Más vale viejo por conocido aunque opere la
ley de la oferta y la demanda.

Resultado: Por lo que se sabe, aún conservan la sonrisa y
unos pesos en la cartera.

Ahí terminó la noche por lo que a estrategias comerciales
y de mercado se refiere, concluyó con una pequeña junta
donde se recabaron experiencias compartiendo, como buenos
amigos, la versión post-moderna de la mítica pipa de la
paz que los antiguos indígenas americanos rolaban
conmemorando un evento de gran magnitud, el humo une ideas
y aclara los pensamientos, o quizá los hace tan confusos
que parecen ser muy claros.

Ustedes, amables lectores... animense a contar sus
experiencias y/o conocimientos de mercado, publicidad y
estrategias de estos amenos servicios, productos, que
finalmente, son satisfactores de una necesidad que siempre
ha estado ahí... ¿o no?

1 comentario:

Roberto Rodríguez dijo...

Ciértamente mi querido amigo, en esos lugares se observa a plena claridad la ley mencionada, en donde no solo depende del sapo el calibre del proyectil (pedrada) tambien depende mucho de la apreciable y siempre finísima y respetabilísima damisela, que uno se decida a dejar fluir el parné, pasta, varo, billuyo, money, pachocha....... dinero pues!!!
Lo que si es seguro, es nuestra ineludible afición a soñar despiertos aquellas escenas tanto lúdicas como oníricas de las mas profundas manufestaciones de nuestros deseos e imaginación fantasiosa... y muy libidinosa!!!
El dar satusfacción a esta necesidad de regocijo es la que nos obliga a justificar de buen modo semejantes inversiones nonetarias en ello, siempre y cuando el apapacho sea el esperado y de pilon "alguito mas" si es posible.
"No solo de pan vive el hombre"
También se agradece que de variedad se coma uno una buena tortita, un biscocho calientito, o una dulce dona!!! porque pan con lo mismo todos los dias, también fatiga!!!
Si se desea algo mas sofisticado pues se podria asistir a algun convento.. para echarle huevos al rompope o sus cremas a las "tortitas de santa clara"

Powered By Blogger