martes, agosto 25, 2009

El dijo, ella dijo.


H
ay ocasiones donde dan ganas de contestar lo primero que nos pasa por nuestra nublada y cansada mente, al enfrentar a la "fiera" llegando a casa luego de un rato de sano esparcimiento con los cuates.

Aquí unos ejemplos, a riesgo de que te puedan romper la jeta de un madrazo:


"Pero mira nadamás como vienes"
Pues no en pijama, despeinado y con cara de bruja... mírate tú.

"Ya me lo decía mi madre, no te cases con ese estúpido"
Le hubieras hecho caso, seríamos felices los tres.

"¿Qué horas son estas de llegar?"
Según mi reloj, las tres y cuarto de la mañana, tú ¿qué hora tienes?

"Apestas a alcohol"
Pues si me das chance de eructar, también puedo apestar a botana.

"¿Qué ejemplo le estás dando a tus hijos?"
En realidad ninguno, mientras no se despierten con tus gritos y me vean pedo.

"Ya te fuiste a gastar el dinero que no tienes"
Pues si no lo tuviera... pues no me lo huebiera gastado.

"Seguro vienes de un lugar de esos con viejas encueradas"
Ah, no, las señoritas estaban vestidas cuando llegué.

"Tus amigotes te sonsacan y tú siempre les haces caso"
¿Y no te has puesto a pensar que el que los sonsaca soy yo?

"Hueles a perfume barato"
¡Ahora resulta que eres especialista en perfumes! ¿Qué? ¿Cuánto cuesta el frasco de Carolina Herrera?

"A mi nunca me invitas a salir"
Pues tú a mi tampoco, el día que me invites de parranda, seguro te acompaño.

Amigos todos...

¿Se les ocurre alguna más?

lunes, agosto 17, 2009

1987 ... 2009
























No... este post no es sobre los Simpsons, es sólo un ejemplo de cómo evolucionan las cosas con el tiempo


En 1987:

El fútbol se jugaba en una cancha dispareja, de tierra, con auténticas lagunas en caso de lluvia y con inmensas marcas rojas en las piernas en caso de balonazos (balones reales, de cuero vil, nada de materiales high-tech), además de que en caso de torneo, había que peregrinar en transporte público hasta la escuela anfitriona.

En 2009:

El fútbol se juega en el PS3, PSP, X-BOX o Nintendo Wii por medio del Fifa o el Pro Evolution Soccer, los chamacos andan más pálidos que un zombi y se pueden rifar un torneo con más paises que los que integran la Fifa, y todo sin salir de su recámara.



En 1987:

Tocabamos (o pretendíamos tocar) guitarras acústicas de Paracho Michoacán en las serenatas, fiestas, retiros o a la primer oportunidad de entonar "Página Blanca", "Mil Nombres" o cualquier rola del limitado, pero sentido repertorio de nuestro tracklist, para sacar los acordes de cualquier canción, ésta se grababa en un casette (Memorex, Panasonic o lo que hubiese al alcance) y se repetía hasta llegar a la aproximación de tono y acordes más cercana al original, esto si primero no se reventaba el casette... en el peor de los casos hacíamos "air guitar" o cortábamos unas de cartón o triplay para las fonomímicas.

En 2009:

Rock Band y Guitar Hero hacen de cualquier pelele con mediana capacidad motriz, un genio de la guitarra del calibre de Slash, Eddie Van Halen o Hendrix, usan Les Pauls y X-plorers de plástico con botones de colores (sin cuerdas) y, aunque no tengan la menor idea de lo que dicen, se saben de memoria hasta la última palabra (fonéticamente) de rolas hasta en japonés.



En 1987:

Eras un máster de la trivia si sabías quién era Laslo Losla*, el nombre de todos los integrantes de la pandilla de Don Gato, recordabas en qué ojo usaban el parche Halcón 7 y Catalina Creel, el modelo del coche de los detectives de Miami Vice, de qué había muerto la víctima en turno de Quincy Investigador Forense después de cuatro o cinco capítulos y si eras lo suficientemente afortunado, podías ver videos principalmente de rock y algo de rap en MTV 24/7 por medio de una parabólica de 3 metros.

En 2009:

Con teclear en Google cualquier palabra se despliegan millones de posibles respuestas, por ñoños que puedan parecer, Wikipedia conserva todos los datos (aún falsos y sin confirmar) de lo que se te ocurra -por trivial que sea-, en CSI (Las Vegas, N.Y. o Miami) resuelven hasta el asesinato de un mandatario extranjero en 5 minutos con cualquier muestra de ADN y el MTV es una colección de realitys donde chicos buscan chicas, chicas buscan chicos, chicos buscan chicos, chicas buscan chicas... Sodoma y Gomorra para adolescentes calenturientos a cualquier hora del día, ah, y dos o tres videos de Hip Hop, Paulina Rubio y demás mierda.



En 1987:

Usabas peluca, maquillaje negro al rededor de los ojos, ropa negra y botas, cara de muerto y actitud de deprimido sólo si en alguna fiesta de Halloween era un must.

En 2009:

Emo o darketo las 24 horas del día... todo el año.



Ahora bien, ¿a qué viene todo esto?

Cito 1987 por la época en que yo andaba de los 16 a los 17 años de edad, en 2009 es la misma etapa que vive mi hijo mayor, quien me pidió que lo acompañara el pasado fín de semana a un torneo de video juegos, en el marco de una suerte de expo que se llevó a cabo en esta bella, colonial y pacífica ciudad.

No frieguen.

Es la colección de freaks más curiosa, extensa y atemorizante que he visto hasta hoy.

Sé que hace unas semanas se llevó a cabo en San Diego California, la Comic-Con 2009, donde en el centro de convenciones local, el cual es un gigantesco recinto, se dieron cita los más connotados editores, escritores, dibujantes, ilustradores y gente de la industria del cómic, se hicieron premiers de películas (District 9, producida por Peter Jackson entre lo más sobresaliente) y se habló en foros sobre el presente y futuro de la industria, con la participación de invitados especiales y figuras legendarias. Los gringuillos para variar, hacen gala de imaginación y un alto grado de nerdez, y llegan ataviados como los personajes de los cómics y manga japoneses que circulan en los Estados Unidos, eso sí, de la mejor manera posible y cada uno mejor que el otro.

Lo que yo ví en el "Dual City" es total y absolutamente... región 4.

Chale, creanme que tanto la hermana del susodicho pecoso, y su seguro servilleta, quienes íbamos de comparsa/porra/patrocinadores/apoyo logístico (más de una vez le guardamos el control del X Box) no atinabamos a dar crédito del freak show que teníamos delante nuestro.

Sí tenía una leve idea de qué podía esperar, ya que esta congregación de fans versión mexica se lleva a cabo en una casona antigua del centro histórico, habilitada como salón de eventos, y en la mejor tradición de tianguis dominical, los variados expositores exhiben manga, cómics, ánime en vistosos DVD eminentemente pirata, una absurda cantidad de souvenirs, pósters, almohadas, y un largo, pero limitado en espacio etcétera.

Circulando en este recinto,bajo el formato de "Cosplay" (intuyo que es la contracción de costume-play o algo) deambulaban seres con orejitas de gato, cola de gato, apariencia de gato, otros con falda de colegiala, otros más en ropa negra, botas y armas de plástico, personajes de video juegos se mezclaban con héroes, villanos y ánime japonés. Todos promediaban entre 17 y 19 años cuando mucho (ah, y una muñeca disfrazada de aeromoza o algo, que enseñaba media nalga de cada lado, pero casi casi poría jurar que era jail bait como dirían los gringos, o en cristiano, pase directo al M.P. pero totalmente cancha reglamentaria en el sentido de la forma, no en el fondo).

En este mar de gente freak, decidimos no salir del área destinada a los torneos de videojuegos, a los cuales se inscribió mi clón #1 en Halo 3 y Gears of War 2, juegos harto violentos, complicados y eminentemente sangrientos (especialmente Gears...) para poder presenciar la carnicería en primera fila en cuanto al chamaco le tocara el turno.

Al final, quedó en segundo lugar de ámbas categorías, se divirtió y perdió una lana, pero no manifestó ningún tipo de deseo de sufrir más de la cuenta.

Mi generación a esa edad, definitivamente era otra, pero años luz.

Como lo comentaba en algún otro post, lo más cerca de los video juegos que llegabamos a estar era en algun local con dos que tres máquinas o en las "Chispas". Si había algún afortunado con Atari o similares, pues le hacíamos montón en casa, y para cuando a la casa de ustedes llegó el primer Nintendo, yo realmente no le hacía mucho caso al Super Mario Bros y al Duck Hunt, que eran los juegos incluídos.

Los chavos de hoy, de plano se clavan en ondas llegadas literalmente de otro mundo, y el grado de clavadez, creo vá relacionado de manera proporcional al vacío de neuronas o algo, pues me cuesta trabajo entender que un chamaco de 19 se vista de marinerito y se ponga a tocar en una guitarra de plástico "Hotel California" con cara de póker ... me quedé atónito.

Regresamos a casa a comer pizza y ver Desperaux en la tele, un rato después llegó el mini clón con su mamá a entregar los útiles de los hermanos mayores y a poner fín al domingo.

Hasta cierto punto valió la pena haber cambiado la ida al Cuauhtémoc por acompañar a mi junior a hacer trizas en el X-Box a casi todos sus contrincantes, pero sí sentí muy, pero muy cerca mis casi 40 noviembres, ya nos cargó el payaso a los adolescentes de los 80's.

*Laslo Losla, el mayor virtuoso del violín del mundo, confundido por el oficial Matute con Benito Bodoque cuando este último hacía playback con un disco... ah Don Gato y su Pandilla, qué tiempos aquellos...

jueves, agosto 13, 2009

2 golazos 2



Mi estimado Landon Donovan:

¡Toma!

Por hocicón, pesado, mamerto y anexas.

Sí fué un sufrir, principalmente después del minuto 8 en que como balde de agua helada, el pase de Donovan encontró a su destinatario en Charlie Davis, quien metió segunda dejando atrás a la defensa y envió la esférica al fondo de las redes de Ochoa.

Pero México siempre ha tenido con qué, peor para estos hijos de su yanqui madre, quienes fieles a su costumbre cambiaron el 4-4-2 por un todos-todos-todos... defendiendo la portería.

Así, 10 minutos después de haber recibido la anotación estadounidense, el "camellito" Blanco vió solo y su alma a Israel Castro después de una serie de toques y amagues, le cedió la de gajos y... sublime, perfecto, de ensueño... uno de los tiros mejor ejecutados desde 25 metros de la portería que he tenido la suerte de ver... ¡¡¡Gooooooool!!!

El Azteca revivió, con los más de 110 mil cabrones(as) que habrán faltado a trabajar -en su inmensa mayoría- para apoyar a la selección nacional en este suigéneris partido de miércoles por la tarde..

Mucha insistencia, mejor fútbol, enjundia y coraje, pero el primer tiempo terminó con el empate a 1 y la angustia aún presente... no se había escrito todo aún.

Regresaron los equipos con los mismos jugadores a la cancha para el complemento, quizá hubiese sido bueno ingresar a Vela desde el inicio de la segunda mitad, pero Aguirre lo aguantó un rato más. También aguantó el cambio de Guardado por Nery Castillo, quien realmente no hizo nada, salvo ponerse "gallito" a la menor oportunidad.

El cambio de cambios para México se dió a 10 minutos de terminar el juego, salía Guille Franco y entraba Miguel Sabah.

Bendito cambio.

Efraín Juárez se aventó un ju-ga-do-no-non por derecha, metiéndose hasta la cocina, dejando el balón a los pies de Sabah, este abrió ligeramente el compás para patear el balón y enviarlo al fondo de la meta de Howard... ¡¡¡Gooooooooool!!!

El Azteca retumbó hasta sus cimientos.

Respiramos aliviados.

Nos regresó el alma al cuerpo.

Y este, su seguro servilleta, apagó la tele, pues había que regresar a trabajar; pero regresé con la alegría de saber que la prueba del 12 de agosto, había sido superada.

Sí creo que lleguemos al mundial, sí creo que aunque no de la mejor manera, México pasará la prueba del hexagonal de la Concacaf.

Sí creo que sí se puede.

In your face, motherfuckers!!!

sábado, agosto 08, 2009

Memorias



Verano.

Uff. ¿Por dónde comenzar?

Un destino vacacional atestado de turistas nunca fué del agrado de mi papá, así que prácticamente nunca salíamos de vacaciones durante el período de transición de un año escolar al otro. Quzá la ocasional excursión de fín de semana y hasta ahí, pero adentrarnos en la marejada de paseantes que podían estar asoleándose en el pacífico o el golfo, ni maiz.

En la época de mi niñez, realmente era cuestión de imaginación, un poco de material al alcance de la mano y de ganas de aprovechar las eternas horas de descanso para permanecer entretenidos por un largo rato, no había prácticamente nada en la tele matutina, pero eso es mención aparte.

Al ser otros tiempos, podíamos inclusive darnos el lujo de irnos al club deportivo que quedaba a unas seis cuadras de donde vivíamos en ese entonces, solos mi hermano y yo (yo andaría rondando los 11 o 12 años, él es tres menor que yo) sin preocuparnos por ser objeto del acoso de un pederasta o algo así. Inclusive la travesía la podíamos realizar en bicicleta (las clásicas "Vagabundo" o las "Cobra") o en patineta sin asomo de temor por ser atropellados, aún cuando por la calle que usabamos para llegar al club era ruta de camiones urbanos.

Podíamos libremente como era usual, jugar fútbol en el campo que ocupaba también el área de béisbol, usabamos la esquina que formaba el corredor de tercera base a home, frente al dug-out de la visita y perpendicular al campo de fut, que por nuestras pequeñas dimensiones era gigantesco; ese espacio era más que suficiente para un gol-para. Solamente que nos llevara mi mamá podíamos nadar, o esperar al fín de semana a que mi papá nos acompañara, si hacerle
al "Flipper" era lo que se nos ocurría.

Hoy, lamentablemente es impensable que los chamacos anden solos, aunque estén dentro del club, menos aún recorrer en bicicleta las atestadas calles llenas de microbuses, autos y camiones, ya solo viviendo en algún fraccionamiento cerrado o en un parque -y con ciertas reservas- se puede aprovechar para pasear pedaleando.

Eran tiempos de tranquilidad, una época que conforme fué avanzando el tiempo, mutó como si hubiese caído dentro de un tonel de desperdicios nucleares y llegado a ser lo que es hoy.

De no ir al club, podiamos aprovechar el patio del edificio donde
vivíamos para cascarear, usar el patin del diablo, sacar al "Kid Acero" con su moto que era impulsada mediante un "bastón de control", o extender la pista de carreras de plástico que medía como tres metros de longitud, y cuyo objetivo era hacer llegar a los coches hasta la línea, y no pasarse para evitar que un
monstruoso auto de fibra de vidrio se los trague. Podíamos sacar el "Chutagol" y ponerlo en la mesa del comedor y aventarnos un partido de 180 minutos, solo interrumpido por las ocasionales idas al baño, el llanto de mi hermana, que en ese entonces era punto menos que una pirinola o mi mamá pidiendo espacio para usar la mesa. Si era necesario, entonces sacábamos el "¿Quién fué?" (la versión setentera del "Clue") o el turista, había también una versión de
béisbol para mesa que era un poco complicada de jugar, pero una vez que le agarrabas la onda, era muy entretenido. Eso sí, el cabroncillo de mi hermano era buenísimo para hacer chanchullo,
cuando me daba cuanta ya había ganado por uso indebido de alguna trampilla imperceptible al ojo humano.

La transmisión de la tele, comenzaba después de medio día, así que nuestro interés por encender la gigantesca Philco blanco y negro de la sala y ver a Chepina Peralta dando recetas... pues no era mucho. Ahí dos-dos nos llamaba la atención el "Duende Bubulín" o una bizarra serie que se llamaba "Doctor Misterio" (Dr. Who) que pasaban por canal 13 o Imevisión (cuando la nacionalizaron) y ya, hasta que entraba la señal del 5 con Rogelio Moreno, y luego con el
Tío Gamboín y era el "primetime" de las tardes de caricaturas.

Como todo en la vida, el paso del tiempo obligó a ir cambiando las actividades veraniegas, así, cuando llegué a la adolescencia, era más factible reunirte con amigos de tu edad, invariablemente
compañeros de la escuela que vivían relativamente cerca (yo nunca tuve vecinos de mi edad) y andar un rato en bici, echar la cáscara o aventarte una sesión de "maquinitas" en algún local con dos o tres bisabuelos del X-Box que consistían en Frogger, Pacman o Asteroides. Si querías algo más sofisticado, había que ir hasta el centro o a Plaza Dorada a las "Chispas", donde los videojuegos de última tecnología tenían su residencia, caros como la chingada para nuestros escuetos bolsillos, pero valía la pena jugar Tron (con su joystick azul fosforescente) un simulador de Star Wars (que no era
licencia oficial, de una compañía Exidi, creo) un juego de un monito que escalaba edificios y tenía la maravilla de que cuando se caía gritaba "...oh nooooo!"

Eramos chavos sin vicios, estaba muy lejos de nuestro alcance el pensar siquiera en algo más fuerte que una Coca-Cola, de hecho el año en que el mundial de fútbol se llevó a cabo en México (1986) los partidos eran acompañados por botana en cantidades industriales y agua de horchata de concentrado "Tucán" o "Princesa".

Por ahí sí había alguno, que debajo del colchón guardaba una nada despreciable colección de revistas "Signore" que era la licencia mexicana de Playboy, con lo que de manera extraoficial, recibíamos complemento a nuestra educación en cuanto a anatomía femenina.

En los inicios de los 80's, tuve la suerte de conocer a alguien que con el tiempo ha permanecido como uno de mis más grandes amigos, quien por esa época había armado un pequeño equipo de luz y sonido con el que generalmente se amenizaban las fiestas los fines de semana; en época de vacaciones de verano, aunque bajaba considerablemente la demanda, ocasionalmente lo llegaba a acompañar a instalar y operar las luces, lo que daba oportunidad a quedarme en su casa con su familia, a la que siempre le he tenido gran cariño.

La festividad religiosa local de la colonia donde vive mi amigo, se llevaba a cabo en verano, por lo que teníamos a nuestra disposición por algunos días, la feria y juegos mecánicos que se instalaban
para el evento.

Excuso decir que más de una vez estuve a punto de "sacar el bofe" gracias a los excesos con los malditos juegos, especialmente uno de a tiro violento llamado "Rock'n Roll" que era un híbrido entre rueda
de la fortuna y tortura medieval, con unas jaulas que giraban 360° sobre su eje, además de la traslación en el diámetro de la rueda... puta... era la muerte.

Continuará...

lunes, agosto 03, 2009

Hombres del siglo XXI y estrategias de mercado

El encanto de cualquier producto o servicio puede hacerse
aún mayor con una adecuada estrategia publicitaria, eso lo
hemos aprendido durante décadas, pueden vendernos caca de
borrego que cura el alzhaimer si por principio de cuentas
nos lo presentan de la mejor manera posible, más aún si
una celebridad lo recomienda -aunque su testimonio sea tan
creíble como los discursos de Calderón-. Bueno... no a
todos, pero habrá más de uno que caiga.

La última década, con la aparición de los benditos
"infomerciales" en términos publicitarios, ha creado una
nueva cultura de vender y comprar, además de la forma en
que aprovechando los recursos de la red de redes las
agencias de publicidad al rededor del mundo impactan al
mayor número de clientes potenciales.

Estamos rodeados, bombardeados e inclusive vigilados, las
24 horas del día los 365 días del año por la publicidad e
indudablemente, dentro de nuestra vida cotidiana, por el
producto mismo.

Ahora bien... ¿qué pasa cuando es el producto/servicio en
sí mismo es el que tiene que venderse solo, sin publicidad
de por medio... o más bien, sin medios ni recursos
mercadológicos de por medio?

Aunque a estas alturas del partido resulte extraño, hay
productos y servicios que por sus caracteristicas y
cualidades específicas, requieren de una estrategia
totalmente especial y diferente para poderse anunciar,
hacer del conocimiento de su mercado objetivo su
existencia e invitar al cliente potencial a hacer uso del
producto y/o servicio en cuestión y dejar ganancias
económicas a quien vende el artículo o presta el servicio.

Y no es nuevo, de hecho estos productos y servicios quizá
son tan antiguos como la humanidad misma, pero debido a su
naturaleza, caracteristicas y cualidades... pues han sido
objeto hasta de persecución y clandestinidad.

El genial Armando Jiménez, en su libro "La Nueva Picardía
Mexicana" hace un compendio de anuncios publicados durante
la década de los 40's y 50's en la sección de clasificados
de los periódicos de la ciudad de México, además de
tarjetas tipo presentación recabadas en bares y cantinas,
donde de manera sutil, se daba a entender el giro al que
pertenecía el producto o servicio.

  • "Carnes finas de importación"
  • "Pieles de la mejor calidad"
  • "Planta desflemadora de jalapeños y chipotles"
  • "Artículos exclusivos para caballero"
  • "Orquesta femenina"
  • "Desatascamos tuberías, personal calificado"
  • "Recibimos pensionados por hora"

Esos eran los tiempos en que no se había implementado la
estrategia de los ya conocidos "masajes" para anunciar
servicios de índole sexual, eran otros tiempos y
circunstancias, no era cuestión de solo hacer público el
domicilio y/o teléfono de la(s) dama(s) dedicada(s) a
proveer alivio a las almas en pena y búsqueda de caricias,
no, era también cuestión de no caer en las garras de la
corrupción policiaca o gubernamental en aras de evitar el
encarcelamiento.

Hoy en día el grado de descaro y permisividad ha cambiado
por completo el aspecto de la publicidad de este tipo de
servicios. Ahora la cosa no es ver quién llega al mayor
número de clientes potenciales, sino de crear en la
audiencia (aunque sea de un solo cabrón) la espectativa de
que el producto o servicio será el mejor que pueda pagar.

Ya es de muchos conocido el caso de la famosa "Lupita" de la
ciudad de México, quien se anuncia de la siguiente manera:


La han invitado a programas de radio, e incluso por ahí en
algún programa de televisión por cable se le dió difusión,
que para ella fué publicidad gratuita en tiempo estelar.

Este fín de semana, supe por medio de unos buenos amigos
sobre algunos nuevos colores en el espectro de hacerse
notar, de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, o
dicho de otra forma, de acuerdo al sapo es la pedrada.

Me explico:

Caso 1: meseras de video bar en el centro

Aquí la búsqueda principal, es la propina.

El fín de semana decidieron compartir un rato de charla y
buen humor, comenzando desde la hora de la comida, por lo
que se decidieron aprovechar la oferta del bufet de un
video bar en el centro de la ciudad, que por una módica
cuota, o monto de consumo de bebidas, se ofrece con una
pequeña variedad de platillos.

Fueron al final, tres diferentes meseras las que por una
razón u otra terminaron atendiéndolos, pero
extraoficialmente una a quien bautizaron "la flaquita" fué
quien comenzó el servicio, después llegó la "cuerpecito de
Bubulubu" y otra más que efectivamente, como lo sentenció
uno de mis buenos amigos "olía a 7 machos".

Regreso al origen del asunto... plática, comida y
despejarse del trabajo de la semana, no se trataba de ver
si los apapachaban con el servicio o algo, ni siquiera, a
sabiendas de dónde se encontraban de exigir una belleza de
meseras, no.

Por ahí llegó el momento en que se notó, sobre todo entre
"flaquita" y "Bubulubu" cierta insistencia o llamemosle...
interés en el aspecto de hacerles notar..."hey, yo te
estoy atendiendo, eh", cosa que quedó clara cuando llegó
la cuenta, que ya como en la mayoría de los lugares,
incluye la propina.

Ah, no, pues resulta que "cuerpecito de Bubulubu" quería
su propina aparte.

Estrategia: me hago presente y digo una pendejada cada que
pueda

Resultado: toda la propina a la flaquita por lo menos
bonita sí era, boba como rubia, pero no se mostró sobres
de la lana.


Caso 2: meseras en antro de dudoso giro (se pensó que se
trataba de pista con tubo) y resultaron escorts de mediana
calidad en un burdel new-wave.

Aquí la búsqueda principal... la cartera del cliente

Avanzada la noche, y el alcohol en su torrente sangíneo,
ahora sí la búsqueda de mejorar sus espectativas tanto en
servicio, como en la calidad de la "fuerza laboral" los
llevó a un lugar del cual desconocía su existencia, con la
finalidad de tomar un par de tragos más y ver...
simplemente ver.

No había tubo, sí varios sillones tipo lounge, un cubículo
de novopan con el rótulo "666" en la puerta,
un tipo cantando karaoke y ya.

De 4 que eran originalmente (uno recibió la llamada del
deber familiar) llegaron 3. Una vez sentados y viendo que
éran prácticamente los únicos, apareció de la nada
"Angélica" dándoles la bienvenida al lugar, preguntando si
ya lo conocían o sabían de su modus operandi.

La explicación fué breve (cosa que se agradece) y concisa.

Efectivamente, el lugar no era un tabledance, más bien el
equivalente contemporáneo a una casa de cortesanas -que en
ese momento eran solamente 2, "Angelica" (quien daba la
explicación, y la "Chaparrita" (que dijo llamarse "Ana" o
algo)-

Por módicos $ 1,600 la hora, podían hacer uso del servicio
en el lugar (el cubículo de novopan era un "privado") o
podían pedir la órden para llevar... $ 2,200 por dos horas
era la oferta del día.

Como ya habían ordenado unos tragos y hasta ese momento
eran los únicos parroquianos en el lugar, ambas
"señoritas" hicieron uso de su muy propia estrategia de
ventas por ver si alguno de ellos caía en el garlito, pero
como definitivamente esa no era la intención, tan pronto
llegaron otros clientes potenciales y mis amigos
decidieron pedir la cuenta, ellas se marcharon (evidentemente
"sobres" de los recién llegados... time IS money).

Estrategia: Te restriego todo mi "armamento" a ver si caes

Resultado: La cuenta y vámonos, a esos precios y habiendo
digamos... observado la calidad de la mercancía, mejor
cambiar de aires y de temperatura, lo cual los lleva al...

Caso 3, el 40 grados

Aquí aplica la ley de la oferta y la demanda

Ya la "estocada" de las horas anteriores era más profunda
y para cuando decidieron ir al clásico lugar donde aplica
aquello de "mas vale viejo por conocido..." la noche ya
había avanzado y el estupor etílico era más notorio.

El problema fué, que habiendo llegado la quincena en pleno
fín de semana, el lugar se encontraba atestado de
parroquianos, y el personal femenino disponible, aunque
sumamente apetecible, era escaso.

Una vez instalados en una mesa y aclarado el punto de que
el consumo mínimo era una botella (cada botella incluye 4
miniaturas de refresco) el show en pleno swing, la
testosterona flotando en el aire, los tres amigos
continuaban la velada y el incremento del nivel alcoholico
por cada mililitro de sangre.

Llegó el momento en que uno de ellos ya tenía sobre sus
piernas a una bella acompañante de exótico pseudónimo,
para lo cual, este buen amigo accedió invitar a la núbil
doncella una copita, que a razón de $ 200 del águila, es
el agua de limón más cara que pueda existir, pero deciamos
que esto es cuestión de oferta y demanda ¿no?

Dicen que de ver se antoja, y otro de los amigos solicitó
igualmente le fuese concedido el favor de la compañía de
otra de las cortesanas del lugar, poniendo -claro está-
senda "jarra para dama" (el mismo tarrito de agua de
limón) en la mesa a disposición de la niña.

El giro de tuerca en la historia es que en ese preciso
momento, y cuando la dama atendió un "pendiente" que tenía
con otro asistente al lugar se dió el anuncio de que por
única ocasión de la noche los boletos para un "privado"
podían obtenerse al 2 X 1, así que este amigo ni tardo ni
perezoso se hizo de uno, para aplicarselo a la niña en
cuanto regresara a la mesa, o más bien dicho, a sus
piernas.

Por lo que sé, el resultado fué por demás satisfactorio.

Negrito en el arroz fué el pago de la cuenta, que además
del consumo (tanto de ellos, como de las señoritas)
incluyó un par de refrescos miniatura extras a razón de
casi 40 pesos cada uno... y no les aceptaron dólares (money
is fucking money everywhere!!)

Estrategia: Más vale viejo por conocido aunque opere la
ley de la oferta y la demanda.

Resultado: Por lo que se sabe, aún conservan la sonrisa y
unos pesos en la cartera.

Ahí terminó la noche por lo que a estrategias comerciales
y de mercado se refiere, concluyó con una pequeña junta
donde se recabaron experiencias compartiendo, como buenos
amigos, la versión post-moderna de la mítica pipa de la
paz que los antiguos indígenas americanos rolaban
conmemorando un evento de gran magnitud, el humo une ideas
y aclara los pensamientos, o quizá los hace tan confusos
que parecen ser muy claros.

Ustedes, amables lectores... animense a contar sus
experiencias y/o conocimientos de mercado, publicidad y
estrategias de estos amenos servicios, productos, que
finalmente, son satisfactores de una necesidad que siempre
ha estado ahí... ¿o no?
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