lunes, abril 12, 2010

Milagros (o el único rant que leerán de mi sobre religión)



No todas las personas que habitan este planeta tienen una creencia de tipo religioso. A pesar de que prácticamente desde que la raza humana tomó posesión del "changarro" y se ha dado a la tarea de buscarle una interpretación divina a los fenómenos naturales, a las interacciones entre individuos, y hasta a la ingesta en cantidades industriales de bebidas que hayan pasado por un proceso de fermentación (ahí tienen ustedes a Baco, el dios del vino) no todos profesan una fé o pertenecen al conglomerado de una iglesia o sus derivados.

Al igual que los que buscan una interpretación teológica, hay quienes por medio de la ciencia intentan encontrar las respuestas que la religión o sus manuales del usuario (la Biblia, el Corán, etc.) no ofrecen de manera explícita a los millones de cuestionamientos existentes, y se enfocan a emplear a la ciencia en sus diversas disciplinas como método de solución a las dudas, algo así como el apartado de "solución de problemas comunes" de cualquier manual de instalación.

El abundar en temas religiosos es muy complejo, motivo de guerras y conflictos que a través de la historia, han dejado más preguntas sin resolver que respuestas -por no hablar de los individuos que han muerto como consecuencia de estas apasionadas y sangrientas batallas-. Por ello solo, y con fines de poner en contexto lo que realmente quiero externarles con este post les planteo lo siguiente.

Con los sucesos que se han comentado recientemente al interior de la iglesia católica, principalmente en México, los Estados Unidos e Inglaterra, y el subsecuente lavadero de manos de las altas autoridades eclesiásticas, el pasadero de la filosofal 'bolita' que nadie se quiere quedar, y los dimes, diretes, sonetes y cuentetes que hasta el mismo Vaticano ya no sabe como callar; queda claro que como institución (yo siempre he considerado a cualquier iglesia una suerte de personal administrativo para el planeta Tierra de la divinidad en cuestión, por ejemplo... la iglesia judía a Javé, la musulmana a Alá, la católica a Cristo... y un largo etcétera) ninguna iglesia se salva de que tarde o temprano, salgan los trapitos al sol -o en algunos casos hasta los mismos calzoncillos de curas, pastores, clérigos y demás- que por pederastas, promiscuos, viciosos, asesinos y algunas linduras más se exiban ante el mundo como imperfectos y hasta hipócritas. Sencillamente, las características (negativas, por supuesto) que puede tener cualquier ser humano.

Ser humano... ajá... todos ellos, independientemente de la religión o iglesia o como quiera que le llamen... son dirigidos por seres humanos de carne y hueso, como tú y como yo, que supuestamente siguen un precepto y una línea de conducta que los diferencía del resto, pero que al final, se la pasan por el arco del triunfo. Ahora -vale la pena hacer un 'disclaimer'-. Habrá tantos miembros de cualquier iglesia que se muestren ante el mundo con todas sus imperfecciones, como aquellos que sigan al pié de la letra el dogma y el concilio de sus propias instituciones, al grado de cumplir a carta cabal con lo que dictan los preceptos de cada religión, no de en balde han sucedido tragedias como el 11 de septiembre, que en fondo, se trató de una manifestación de lo que la iglesia (en este caso la musulmana) programó en la cabeza del puñado de terroristas que llevaron a cabo el plan.

Yo nací y crecí en el seno de una famila católica. Católica, apostólica y romana -para decirlo con todas sus letras-. Me bautizaron, confirmaron (ese era antes el órden) hice mi primera comunión (previa confesión de mis inocentes pecados de la infancia) y hasta me casé (la primera vez) por la iglesia. Prácticamente todo el proceso fué más por mera costumbre que por una auténtica convicción. Cuando hice mi primera comunión, recuerdo que esperaba sentir algo especial en el momento de tomar la hostia y beber el vino. Mi recuerdo es muy vivo hasta hoy... simplemente no pasó nada especial, por más que mis sentidos estaban alertas a lo que pudiese expresarse como signo divino de que estaba "comiendo el cuerpo y bebiendo la sangre" de Cristo... no ocurrió nada, no sonaron campanas, voló una blanca paloma, se abrieron las nubes... nada. Eso sí, cuando ví que en el desayuno se había juntado una buena cantidad de regalos (para mi hermano y para mi, los dos hicimos la primera comunión juntos) me puse muy contento... eso sí lo sentí.

Estudié desde quinto de primaria y hasta terminar la preparatoria en un colegio particular, dirigido por sacerdotes católicos de una orden menor -los escolapios. Cuando iba en sexto de primaria, los "Legionarios de Cristo" fueron a hacer un casting para hacer su labor de reclutamiento a mi escuela. No recuerdo mucho de lo que el padrecito ataviado con negrísima sotana y vistoso cuellito blanco platicó a nuestro salón. Recuerdo -eso sí- que después de la plática muy en petitte comité con la profesora hizo anotaciones en una lista y "el Cuervo Vengador" (así apodabamos a la miss) discretamente señalaba la ubicación de algunos alumnos. Yo entre ellos. Después del recreo, el jóven padrecito de la negra sotana, se acercó a mi para platicar en privado afuera del salón. No recuerdo gran cosa de la plática, solo algunos detalles de su speech de ventas como "imagina, ir al Vaticano a conocer al papa en persona como yo" o "la escuela tiene unas instalaciones padrísimas(sic), hasta hay alberca".

A la pregunta directa sobre si me gustaría ir con ellos a estudiar a partir de la secundaria, mi respuesta fué directa, tajante -y educada, hasta eso: "No, gracias" Respondí. Como un avesado vendedor de planes de previsión funeraria, el padrecito seguía adornando con el oro y el moro las posibilidades de hacer carrera dentro de la órden de los "Legios". Mi respuesta continuó siendo "no". Llegó el momento en que inclusive insistió en hablar con mi mamá, yo le dí vueltas al asunto y recuerdo que inventé que mi mamá trabajaba no sé dónde, haciendo no sé qué, con tan poca convicción que obviamente el padrecito notó mis mentiras y cambió de estrategia, me dejó en paz, pero después contactó a mi mamá.

Ignoro en qué haya consistido la plática, pero evidentemente no pudo convencerla, o ella misma sabía que la vida religiosa jamás sería algo que a mi pudiese llamarme la atención.

¿Cual fué el criterio para seleccionar a los que podían ser candidatos? Nunca lo supe. Pero recuerdo que cuando entre nosotros (los compañeros del salón) nos cuestionamos sobre con quién había charlado el famoso padrecito de negrísima sotana, caigo en cuenta que también pudieron ser negrísimas sus intenciones, tomando en cuenta lo que ahora se sabe de los "Legionarios de Cristo" y su ahora fallecido líder, Marcial Maciel. Cuando yo estaba en sexto de primaria (tenía once años) mi tez era tan blanca como un pan Bimbo, era pecoso como gringuito y mis ojos tenían un tono verde más claro que ahora -o sea- era un niño "bonito". El resto de los entrevistados tenían similares características.

A los 11 años el incidente pasó sin pena ni gloria, no me fuí, no me convencieron -y tampoco, obviamente a mi mamá- y ahora puedo decir en retrospectiva que quizá me salvé de milagro, de ser uno de tantos que en estas fechas están haciendo fuertes declaraciones sobre los abusos físicos y sexuales de los que fueron objeto cuando formaron parte de los "Legios" -Los "Millonarios de Cristo" les decían desde que yo estaba en primaria.

Conozco gente que sí se fué. Conozco gente a la que sí convencieron. Conozco gente que no fué finalmente llamada como posible seminarista o religioso, pero sí llegó a formar parte de la congregación en algún otro nivel.

Solo Dios sabe si alguno de ellos no forma parte del mugrero que ahora está saliendo a la luz.

Ya lo he dicho antes y lo reitero.

Creo en Dios, tengo una auténtica e inquebrantable fé hacia Él y sus misteriosas formas de llevar el sillón de CEO de este planeta, soy testigo de más de uno de sus milagros y básicamente lo que la religión católica me permeó desde la infancia sigue aquí conmigo.

Excepto sus dirigentes, ellos, desde el 'hermano' Juan Pérez que hace labor misionera en San Pedro de los Aguados (y mira con ojos lascivos a las nativas) hasta herr Razzinger, el actual papa, pasando por toda la línea ascendente de puntos intermedios en el escalafón de la iglesia católica, apostólica y romana, pueden por lo que a mi respecta irse directa -y literalmente- al diablo.

Espero no haber ofendido a alguno de ustedes con este post (principalmente por la foto que le acompaña, otro ejemplo de lo que a estas fechas sale a la luz).

Como yo ya no tengo acceso a los sacramentos de la iglesia (según esto, por haberme divorciado y vuelto a casar -aunque fuese solo por lo civil-) y habiendo quedado técnicamente excomulgado, desde aquí, este lugar del ciber espacio, elevo una oración por todos aquellos que fueron, son y serán, víctimas de algún miembro de cualquier órden o creencia religiosa. Mi conciencia está tranquila, y seguro varios miles de veces más limpia que la del tal Maciel o el padre Alberto.

Uno ya se murió, el otro ya se casó. El infierno para ambos en resumidas cuentas.

Posted via email from Marco's posterous

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