lunes, octubre 11, 2010

Días y días

Trabajo.

Esa es mi única excusa para no haber posteado en un buen rato, y es en un pequeño -y casi obligatorio- break en mis actividades que escribo este breve post.

Mi gusto por la lectura y la escritura es el mismo de antes, mi necesidad de hacerlo crece día a día, sin embargo las responsabilidaes y nuevas actividades que han surgido dentro de mi trabajo y el cambio que de manera interna se gestó en la empresa y me tiene ahora en el área de compras han reducido al mínimo el tiempo disponible para cualquiera de estas actividades, tanto así que de plano cuando llego a casa de ustedes, no tengo ya ni la fuerza ni la creatividad en el punto mínimo como para redactar unas líneas.

Quizá por ello me he refugiado un poco en Twitter y su formato de micro blog a 140 caracteres de pura inspiración por entrada; lo cual por momentos resulta tan o más complicado que la reseña completa de una película o de la actividad (por cierto nula a estas últimas fechas) del fín de semana.

El trabajo sin duda es una bendición, pero por momentos absorbe tanto que parece ser lo único que mueve mi existencia; el teléfono ha sido mi único vínculo reciente hasta con mis propios hijos (padre mal agradecido es lo mínimo que merezco como calificativo) pero a fin de cuentas toda la actividad laboral con su exponencial incremento son, y tienen por objetivo darle a los míos lo que ellos esperan de mí, por lo menos en cuanto su educación y solución de necesidades.

De la última entrada en este blog a la fecha han pasado demasiados días, formando semanas y practicamente meses enteros. No es la primera vez que sucede (e intuyo que no será la última) pero en la vorágine de acontecimientos dentro de la vida laboral de este su seguro servidor y amigo, no me queda más remedio que excusarme y prometer (aunque suene hueco) que haré lo posible por continuar con esta, que no es otra cosa que una labor de amor a una afición que tengo desde niño a expresar mis ideas en palabras (o garabatos) y que tres o cuatro de ustedes me honran con su lectura y el muy (y sí, es reclamo) muy ocasional comentario.

Paso casi 12 horas al día frente a una computadora. Desafortunadamente no se ha diseñado una aplicación para poder separar las ideas personales y las vivencias que hacen de un blog lo que es, del diario conmutar de un artículo a otro mediante pedidos, órdenes de compra, análisis de inventarios, solicitudes diversas y demás telarañas en las que se enreda mi diario transitar por esta oficina.

La transición ha sido un poco complicada, pero poco a poco me daré o la maña o el tiempo para poder continuar dando forma (o deformando según lo que ustedes aprecien) a esta bitácora, blog, o como quiera que se le llame hoy a esta forma de comunicarnos.

A los amigos que escriben, les aseguro los sigo leyendo y continúo visitando sus blogs cada que me es posible; a veces es mayor el disfrute de leerles que el intentar escribir algo sin sentido ni inspiración.

Regreso a mis labores, aquí dejo esta pequeña constancia de mi existencia en el ciber espacio.

Saludos.

Mc. Flowers

Posted via email from Marco's posterous

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