viernes, septiembre 25, 2009

sábado, septiembre 19, 2009

TV que vale la pena

Tarde o temprano en cualquier conversación, el tópico de cuáles son los programas de televisión favoritos de cada quien sale a relucir.

Debido a la bajísima y pésima oferta de los canales de televisión abierta, varios hemos emigrado a la alternativa del cable para cuando hay algo de tiempo de mirar la TV, claro, algunos pueden darse el lujo de ir más allá y tener Sky, o canales premium dentro del servicio de cable, pero este, su seguro servilleta, más por práctico que por codo, no he pasado del servicio básico digital.

Sin un órden en particular, este es mi Top 10 de programas que puedo recomendar ampliamente y claro, que puedo llegar a ver cuando el tiempo lo permite.

House MD

Loco, neurótico, genial... estos apelativos encajan perfecto con la descripción del personaje principal de esta serie, el doctor Gregory House, adicto a los analgésicos, músico frustrado, genio de la medicina y un reverendo hijo de... ustedes ya saben.

Los enigmas médicos como argumento e hilo constructor de esta serie son el catalizador para la interacción de los personajes que acompañan al doctor House quien desde mi punto de vista constituye en realidad un antihéroe, quien no confía en nadie, mucho menos en sus pacientes a quienes ácida, brutal y rayando en la falta de ética salva de situaciones médicamente imposibles, puntualizando sus ademanes y frases célebres con su inseparable bastón.

Más que guiar a su jóven equipo médico, House digamos que los pastorea, valiéndole gorro las situaciones personales que se desenvuelven en la trama para cada uno de ellos y al mismo tiempo entrometiéndose más de la cuenta involucrándose emocionalmente aparentando la más absoluta indiferencia y haciendo del egocentrismo y la pedantez, un juego que domina con maestría.


No Reservations

Anthony Bourdain, chef, sibarita, viajero, escritor. Este tipo tiene en mi opinión uno de los mejores trabajos del mundo.

Viaja por todo el planeta, narrando en cada uno de sus viajes, con prosa de alto calibre, sus vivencias acentuando el color gastronómico que su naturaleza de cocinero de altos vuelos le permite hacer llegar a todo el mundo. No se queda solo en el aspecto culinario del asunto, los lugares que visita, las personas con quienes convive, pueden llevar a una historia, a una imágen, a una narración particularmente disfrutable; más aún cuando en el inter llegan a pegarle una peda del tamaño de la antigua Unión Soviética.

Como chef ejecutivo del afamado restaurante francés Les Halles de la ciudad de Nueva York, Bourdain pasó suficiente tiempo encerrado en el fogón como para darse la libertad creativa de hacer de cada viaje una experiencia liberadora. Sus metáforas, alegorías y el disfrute de los platillos más simples o refinados (ha hecho programas en México, donde se ha rifado desde quesadillas, hasta tortas y moles) contagian y abren el apetito por conocer, viajar y probar el sabor de otras culturas.


Mayday, catástrofes aéreas

La aviación ha sido siempre una de mis grandes pasiones y un sueño profesional frustrado. Considerado el medio de transporte más seguro del mundo, un avión comercial puede transportar una cantidad considerable de personas, por lo que ante la súbita desgracia de un accidente, los resultados pueden ser auténticamente catastróficos.

No es por morbo, definitivamente no. Este programa encierra el detalle de las investigaciones realizadas después de que una tragedia aérea llega a suceder, que por el mismo contexto de que cada día aumenta la seguridad y la tecnología, cuesta trabajo entender el por qué de cada accidente, llegando a darse casos en que por un error humano del tamaño de un pedazo de cinta o una falla mecánica causada por un tornillo de no más de una pulgada, millones de dólares y cientos de personas, se desplomen a tierra o exploten en pleno vuelo.

Cada caso es explicado tomando en cuenta los testimonios de expertos, testigos, controladores aéreos, familiares e inclusive los mismos pilotos que han conseguido sobrevivir para contar su historia.

Me fascina volar, el simple hecho de poder entender como un aparato de tantas toneladas de peso pueda elevarse y viajar largas distancias para mi es ya de por sí un gigantesco logro, el que con toda la capacidad de desarrollo de la industria aeronáutica aún se den casos graves de accidentes -y sus posteriores investigaciones- es un tema para mi, apasionante.


The Office

Michael Scott. Yo me he topado por lo menos con un par de ellos de carne y hueso en mi vida laboral. Idiota, ególatra, seguro y convencido de que sus subordinados lo adoran, este gerente regional de la papelera Dundler Mifflin en Scranton, Pensilvania es el protagonista de una comedia realmente inteligente, un spinoff del original británico, que nunca ví.

Esta serie, hecha a manera de falso documental o mockumentary, narra la vida dentro de la oficina de esta empresa, la diaria convivencia del staff de ventas lidereado por el personaje interpretado por Steve Carell y la forma en que, como en casi todas las compañías, la ley de la selva se traslada a la oficina, intentando probar quien es el más apto.

Un asistente de gerencia ojete, un sub gerente cool, una recepcionista buenona (la novia del subgerente cool) un contador de ascendencia mexicana y gay, un encargado de recursos humanos taciturno, un tarado asistente de contabilidad, una gorda gandalla, una vendedora alcoholica, un ex hippie de muy malas mañas, una asistente de ventas hindú que se tira a un defraudador recontratado por la empresa como chalán, un negro con cara de auténtico motherfucker al que olimpicamente le vale madre la vida...

Yo me he reído hasta dolerme la quijada con la gran mayoría de los capítulos, es una serie que en realidad hace de los personajes el ingrediente principal, las historias son más bien secundarias y hasta triviales (como la vida misma en una oficina), pero divertidas de a madre.


Lie to Me

La ciencia detrás de las mentiras.

Esta es una serie relativamente nueva de Fox, con un protagonista chaparro, mamón, y que alguna vez actuó enfundado en el maquillaje de uno de los changos que habitaron la Tierra en la versión de Tim Burton de "El Planeta de los Simios"; pero eficiente en grado superlativo en su especialidad. El análisis del comportamiento, gestos y actitudes en busca de mentiras -o verdades- ocultas.

Contratado por agencias gubernamentales, el laboratorio que comanda el personaje de Tim Roth, descifra desde asesinatos, secuestros, fraudes, infidelidades en las altas esferas, hasta casos de pedofilia, desordenes conductuales y un largo etcétera.

Obviamente que detrás de la serie hay un equpo de consultores sobre el tema que hacen de este show, algo muy creíble, al punto en que en ciertos momentos, precisamente antes de algún corte comercial, se puntualiza el caso o el gesto particular que se está estudiando con imágenes de casos y personajes muy contemporáneos, lo que como espectador resulta atractivo y te hace caer en el lugar común de decir "ah caray, sí es cierto".

Como en toda serie, hay subtramas y personajes que complementan la historia, pero el giro de tuerca recae en el hecho de que suponemos que nadie podría mentir a quienes son expertos en reconocer una mentira al menor gesto ¿o no?.


Comidas exóticas

Otro caso en que la comida es el meollo del asunto, solo que con el twist de que Andrew Zimmern, el host de la serie, ha comido prácticamente de todo... y cuando digo todo, quiero decir, precisamente eso... todo.

Este gordito cara de buena gente (y compadre de Bourdain) es otro anfitrión de un programa viajero, documentalista, pero menos cool, aunque en su estilo y agilidad, bastante agradable.

A este chef neoyorkino de origen judío, le ha valido auténticamente madres la restricción kosher tradicional de su religión y ha degustado cerdo hasta en el postre.

Ratas, cucarachas, tejones, ardillas, tarántulas... todo lo que vuele, corra, se arrastre -y principalmente- se coma en todas las culturas de este planeta, ha pasado por el paladar del buen Andrew, no sin unos cuantos gestos de desagrado y la ocasional arcada previa a una espantosa guácara (recuerdo los embriones de pato en Viet Nam).

No ha ocultado su fascinación por México y su comida (escamoles, gusanos de maguey, chapulines, acosiles) y aunque han sido pocas las veces que he visto un programa completo, me ha gustado su estilo, aunque no sé si el doblaje al español le haga justicia.


Iron chef America

Si Rocky IV, se hubiese convertido en una pelea entre chefs y no en boxeo, seguramente este programa no existiría o lo hubiesen tachado de poco original, pero gracias a la creatividad nipona, y al poco seso gringo para ideas innovadoras, este programa que en un pricipio parecería una mala broma, se ha convertido en todo un objeto de culto para los iniciados (y los no iniciados también) del mundo culinario.

El Coliseo de Cocina, es una adaptación de épicas proporciones de lo que sería un duelo a muerte entre dos gladiadores de la época antigua, solo que en lugar de madrazos y sangre, el resultado -por lo menos para quienes degustan los platillos- es espectacular.

Se enfrentan un Iron chef (casi con el status de un semidios de la cocina) y un chef novatón, pero con suficientes huevos como para chutarse una comida de cinco tiempos preparada de forma improvisada con un ingrediente "secreto" que es revelado solo hasta que la batalla está por comenzar.

Eso sí, el doblaje es una auténtica mierda, pero la acción y la cara de estupor de los contrincantes al ver correr el reloj y no tener completo el menú faltando pocos minutos para el final, realmente es súper entretenido y despierta el apetito hasta en quienes acaban de zamparse una buena comida.

Cuando se presenta el menú de cada contrincante, uno puede entender que aún cuando el desmadre armado en cada cocina es de proporciones monumentales, la estética de la presentación, la imaginación para llevar al ingrediente a su máxima gloria y la geta de "que chingón está esto" o de "otra probada y me guacareo" de los jueces... simplemente priceless.


Big Bang Theory

Aunque nunca me consideré en realidad un nerd ni nada que se le parezca, hay elementos en la vida de los personajes de esta serie que me hacen identificarme y arrancarme una sonrisa.

Leonard (en obvia alusión a Leonard Nimoy) Sheldon, Howard y Raj son eruditos, doctores en ciencias, maestros de las materias más difíciles de la vida estudiantil, inocentes hasta el hueso, calenturientos como adolescentes, adoradores de la ciencia ficción, los súper héroes y la vecina de al lado, que está como para caerle literalmente encima.

Con el tagline de "Smart is the new sexy", cientos y cientos de referencias geeks, honores por debajo del agua a Steve Jobs y golpes bajos al nerd de todos los nerds, Bill Gates y todo lo que suene a Microsoft, esta serie demuestra que el tener un IQ alto, un par de playeras con logos alusivos a "soy nerd y me vale madres", usar lentes de carey/ser de origen indio/hablar klingon/vivir inmerso en la red/conocer más de trivia y cultura pop que de matemáticas física y ciencias y un largo etcétera... aún con ese background, hay esperanza de ser feliz y tirarse a una Penny por lo menos una vez en la vida.


Los Simpsons

Parece que fué ayer... y ya pasaron 20 años.

Estos amarillos habitantes de Springfield, han acompañado muchas de las noches en la vida de este, su seguro servilleta.

Con un cambio de actores de doblaje de por medio, y un largometraje del que ya se prepara una secuela (recuerden... Maggie lo advirtió al final de los créditos) la vida de Homero y compañía ha tenido sus altibajos, principalmente debido a la plétora de escritores que han desfilado a través de las incontables temporadas de la serie y que, a fuerza de ser sinceros, han tenido varios desaciertos más malos que el cáncer, la carne de puerco y el paquete económico del 2010 juntos.

Pero... ¿quién no los adora, aunque sea un poco?.

Ya rebasé la edad de Homero, conservo mucho más cabello, no tengo esa panza, ni han abierto una central nuclear en la capital mundial del mole y los camotes como para haber pedido chamba en ella, así que ya libré la maldición gitana que alguien me echó por allá a principios de los 90's, asegurando que si seguía viendo la serie, terminaría por parecerme al cuñado más odiado del par de gemelas más gachas desde Ivonne e Ivette.

Los temas han agarrado el hilo de la contemporaneidad, ya hemos visto suficientes gays, lesbianas, políticos corruptos, deportistas tramposos, estrellas de rock, drogas, trabajadores ilegales, guerras, sustos, terrorismo... hasta Michael Jackson y su reciente pase al más allá.

Bart sigue siendo el mismo hijo de la... señora del pelo azul, Lisa la intelectual y Maggie la muda del clan, a ver qué tanto jugo le pueden sacar al limón que vienen exprimiendo la Fox y el creador de la serie, que ha de ser vecino de Gates y Slim, o por lo menos de Lucas y Spielberg.

Larga vida a Matt Groening, y a esta serie que tiene cuerda para rato


Especiales sobre el Rock, VH1

Son pocas, muy espaciadas entre sí, pero las series alusivas a la música que conforma el soundtrack de mi existencia, valen mucho la pena.

7 ages of Rock, The 100 Best Hard Rock Songs Ever, VH1 Rock Honors, On demand, by request, Top Ten... y así muchas más.

La creatividad musical durante la época en que pasé de adolescente a adulto, el significado de muchas de las canciones dentro de mi vida, la melodía que se repite y se repite sin cansancio dentro de la cabeza, el variado origen y circunstancias de los personajes que han integrado las diferentes bandas de rock que han acompañado con su música mi diario vivir.

Han producido cualquier cantidad de basura musical desde que pasó el cénit de finales de los 80's y llegó la oleada de Seattle y el grunge; pocos sobrevivientes quedaron luego de este tsunami que modificó la cara de la música y dió paso a tantas porquerías electrónicas.

Los que quedan, y los que viven inmortalizados en la memoria videográfica y discográfica, son mi salvavidas en un mundo que inundado de sonidos de auténtico ascondejan poco espacio a un buen riff, a un gran solo, a un alarido o al compás rockero que late al ritmo de mi propio corazón.


TVC Deportes Total


Como una alternativa al horrendo estilo pseudoperidístico-tendencioso de televisa, o a el humor involuntario y chacoteos mamones de los aztecos, Gerardo Velázquez de León y su equipo, forman una planilla de comentariastas deportivos más objetiva, sin tapujos ni pelos en la lengua.

Como fanático del fútbol, y de los deportes en general, se agradece que... "a estas alturas del partido" aún exista calidad en el comentario, buenos resumenes de la jornada deportiva del fín de semana y leves cambios de tema, pues aunque sea el mejor deporte del mundo, no todo es panbol.

El formato realmente no tiene nada de original, un anchorman con varios especialistas al lado y la jornada deportiva más reciente para comentar; pero el plus es el comentario sin compromisos, la ocasional mentada de madre con todas sus letras (a fin de cuentas es cable, las peladeces se pueden escuchar sin broncas) el llamar a las cosas por su nombre y el análisis de detalles importantes que a muchos se nos pueden escapar en el camino.

En fín, esa es la tele que de vez en cuando me gusta ver.

Por cuestión de horarios principalmente, dejé de seguir Lost, Fringe, Xtreme makeover home edition, y muchas otras series y unitarios que de momento se me escapan a la memoria.

Dejé a un lado Dexter, pues se cocina la tercera temporada y no pude agarrarle bien el hilo a la segunda, viene Glee, de la cual ví el pre estreno y es una auténtica chingonería -que podría parecer un tanto gay- pero lo que ví me gustó.

Me he perdido de muchas recomendaciones o por falta de HBO, o por falta de tiempo (The Tudors, Rome, los Sopranos, The Shield... en fín).

La "caja idiota" a fín de cuentas ahí está, prácticamente en todas las casas y rincones del planeta, el encenderla y poner atención, ya es cosa de cada quién, lo mismo que la antiquísima respuesta que mi papá nos daba cuando inocentemente preguntábamos... papá ¿puedo ver la tele? -Sí- contestaba él -pero no la prendas-.

See ya'

miércoles, septiembre 09, 2009

Die Hard 5

John Mac Clane se sentiría orgulloso.

Al aterrizar en el aeropuerto internacional de la ciudad de México, el vuelo 756 de Aeroméxico, un Boeing 737 con 104 personas a bordo fué llevado a una posición remota conocida como "la gota", misma que se reserva para casos de emergencia y/o amenaza de bomba, ya que en caso de una explosión, existe un radio despejado de más de 100 metros y una distancia suficiente para evitar daños al aeropuerto, otras aeronaves y personas.


Claro, que contra dos latas de Jumex, rellenas de arena de las playas de Cancún y un par de leds... pues no son tan necesarias esas medidas.

Solo en nuestro surrealista México, podemos observar en vivo, un operativo de rescate implementado por la policía federal, la armada y el estado mayor (con todo y un Blackhawk de fuerzas de élite) en miércoles a medio día, a la hora del noticiero y con más detalles narrados por los pasajeros que -por obra y gracia del Espíritu Santo- tienen registrado el número telefónico de Noticieros Televisa en su discado rápido (o al revés, Televisa cuenta con un amplio directorio telefónico de posibles pasajeros de un aerosecuestro) y que narra la difícil experiencia de pasar por una situación como esta.


Un "pastor" de la iglesia más desconocida de Oaxaca, toma como rehenes a los pasajeros del avión, bajo el argumento de que "el Epíritu Santo (sí, el mismo que permitió los enlaces telefónicos) le había iluminado para prevenirle sobre un devastador terremoto en México, y había que llamar la atención del presidente para advertirle del peligro".

Este amigo, de origen boliviano, alcoholico, drogadicto, ex presidiario, cantante de música cristiano-evangélica, ya se ganó sus 15 minutos de fama.

¿Quiere el gobierno distraer nuestra atención de la debacle que se nos viene encima? ¿Acaso esto sucedió en realidad y se puso en riesgo la vida de 104 inocentes?

Tal vez jamás lo sabremos; pero en esta generación de la red 2.0 todo, absolutamente todo es posible.



Solo faltó que el encargado de dar la conferencia de prensa en el hangar de la policía federal, rubricara con un... "yippi, kay, yay, motherfucker!"

Sólo en México, chingau.

lunes, septiembre 07, 2009

Dos cosas que agradecer a Costa Rica

La primera:

La segunda:
Que alguien le avise a los gringos que el gigante está de vuelta.

Gracias Gío, gracias Guille, gracias Guardado.

Creo que la selección ya encontró su punto "G"


sábado, septiembre 05, 2009

Hysteria



La canción que más profundamente me llega de mi banda favorita de todos los tiempos, a dueto con una auténtica muñequita all american, Taylor Swift.

Muchas veces hay alguna rola que nos da vueltas en la cabeza durante cierto tiempo, quizá porque se pone de moda, quizá porque identifica algún momento en nuestra vida y de alguna forma se convierte en soundtrack de la misma, pero en el caso de Hysteria, desde que en 1987 la escuché por primera vez cuando salió el álbum homónimo, se me quedó tatuada en los oídos y en la mente, por no hablar de las huellas que ha dejado como una cicatriz en mi corazón -figurativamente hablando-.

Sí, soy un sentimentaloide, además de un rockero frustrado, sin embargo el contexto y contenido de las coincidencias de esta suerte de poema, ha encontrado un paralelo con mi propia existencia, mi propia sensibilidad, y mi propia y muy particular histeria.

A quienes esta canción han provocado se disparen emociones intensas y distintas dentro de este, su seguro servilleta, gracias.
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